En el número anterior de nuestra revista Voces destacamos la influencia que las instituciones tienen en los procesos de recuperación de las mujeres, señalando las consecuencias negativas que determinadas miradas y actitudes pueden provocar. En este número queremos destacar en qué medida y de qué forma podemos contribuir para favorecer el desarrollo de la capacidad de resiliencia que tienen las mujeres, asumiendo nuestro compromiso como profesionales.
- Si miramos a las mujeres como personas fuertes, decididas y positivas, con recursos e independientes,
nuestra intervención potenciará su autonomía.
- Si nuestra mirada a las mujeres es de respeto hacia sus elecciones personales, igualitaria, horizontal e inclusiva,
nuestra intervención será desculpabilizadora e integradora.
- Si nuestra mirada es de reconocimiento, de valoración y respeto, abierta a la diversidad cultural,
nuestra intervención será desde la interculturalidad.
- Si reconocemos sus potencialidades, sus posibilidades de logro, si confiamos en su capacidad de alcanzar sus objetivos,
nuestra intervención será empoderadora.
- Si siempre creemos en las mujeres, las apoyamos, las acompañamos y aceptamos en todo momento,
nuestra intervención será desvictimizadora.
- Si ofrecemos información y alternativas a las mujeres, si las acompañamos y apoyamos en su toma de decisiones proporcionando un espacio y tiempo para que encuentren su camino,
nuestra intervención propiciará su autodeterminación.
- Si vemos en nuestra relación con las mujeres una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, si nos permitimos descubrir nuevasexperiencias,
nuestra intervención se hará desde la escucha activa.
- Si miramos a las mujeres como personas únicas e irrepetibles y si les concedemos la libertad que les pertenece para ser el ideal de sí mismas,
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