Como veremos en el testimonio, en ocasiones, las mujeres se ven forzadas a usar documentación falsa, ya sea por parte de las redes de trata o para huir de su situación. Por este motivo, una víctima de trata que se haya visto obligada a cometer infracciones o delitos como consecuencia de la situación de explotación no se le deben exigir responsabilidades.
Las redes obligan a veces a utilizar los mecanismos de protección de forma fraudulenta en su beneficio
Ella (la tratante) me dijo qué tengo que hacer y decir para legalizarme, para pedir asilo. Me marcaba lo que yo tenía de contar porque es posible que yo voy a decir otra cosa que ella no quería, y empezar a decir que mira, ella es… Yo sabía que asilo era para pedir documentación, pero antes de venir de mi país no sabía la importancia de tener permiso de residencia.
Suplantación de la identidad dentro de la situación de trata
Cuando ella y el abogado estaban procesándolo para conseguir la cédula, ella (la tratante) me mandó a Portugal. Pero para pasar en avión ese documento no vale, y una persona que tiene asilo no puede tener pasaporte tampoco, entonces ella me dio el documento de otra chica, fui con la documentación de otra chica.
Pago de la “deuda”
Aunque no me gustaba y tampoco lo quería, ni estaba de acuerdo, le pagué todo lo que ella quería, lo hice para que haya paz… Cuando acabé de pagar mi deuda me escapé. Tenía confianza de que ya le he pagado todo lo que ella quería, pero, de todas formas, hemos tenido problemas porque me he dado cuenta que me está explotando demasiado… porque ella ahora quería más de lo que me había dicho en un principio. Tuve un encuentro con la señora, y ahí vino la policía y les conté pero no… no, no me creyó el policía. He intentado hundirla pero parece que en esta época en Portugal no había esta ley, porque fui en 2008 a Delegación a denunciarla pero no me quisieron hacer caso.
Huir de la trata
Estaba ahí en Portugal y vi que no era la vida que yo quería, entonces decidí ir a Holanda con un amigo que me ayudó. Me fui de España y Portugal porque no me sentía segura, segura. Estaba perdida porque no conozco a nadie. Siempre he buscado un hombro para apoyarme, pero es sólo cuando he llegado aquí otra vez que lo he conseguido.
Fui a Holanda en avión. Allí estuve 9 meses hasta que me quedé sin trabajo y el poco ahorro que tenía estaba acabándose.
Las diferentes leyes europeas (asilo, control de la inmigración, etc.) pueden entrar en contradicción con los principios de protección de las personas que son víctimas de un delito de trata con fines de explotación. Un ejemplo de esto es el Convenio de Dublín, que conlleva que la persona será “devuelta” por un país europeo al país por el que entró en la Unión Europea. La aplicación de este Convenio implica, en el caso de las víctimas de trata que viajan a otro país de Europa, que serán trasladadas al país de la Unión donde fueron explotadas, sin ser identificadas como víctimas, sin hacer una valoración del riesgo ni de su situación social y sin ofrecerles por parte del Estado ningún apoyo especializado.
En esta época vivía con unas chicas portuguesas que tenían un hermano en Londres. Entonces decidí hacer el viaje con documento de alguien para poder viajar. Para eso tienes que pasar a Francia. Entonces, ahí fue cuando controlaron y vieron que no era mío el pasaporte. Entonces me interrogaron y les interrogaron a mis amigos porque creían que era un caso de tráfico, que me estaban explotando… Luego compararon mi declaración con la de ellos. Ellos decidieron decir la verdad y les dejaron ir porque son ciudadanas europeas, tenían sus pasaportes. A mí… he quedado ahí 7 días.
Entonces fui al tribunal a contar mi historia al juez y pedir asilo. Esta vez de verdad, ¿entiendes? Hacerles tener en cuenta que estoy huyendo de alguien. Que miren si ellos me pueden refugiar en Francia, que me quedaría porque no quiero volver a Portugal, ni a España porque no sé dónde irme… entonces el policía me dijo que la ley europea primero dice que se debe ir donde la persona está asilada, porque ya tenían mis huellas en España y, cuando me cogieron, ya aparece directamente mi cara, y me dijo que ya que tengo asilo en España que no me pueden coger, que sólo me pueden considerar cuando España ya no me quiere.
Yo en Francia conté lo que me había pasado en España y Portugal pero ahora el caso no era esto. El caso era que he cometido un delito porque iba a cruzar a Inglaterra sin documentos… entonces esto era el caso. Querían tratar el presente, entonces yo les he contado: mira lo he hecho por esto y por esto, estoy intentando ir a Londres para intentar una vida mejor porque me estoy escapando de alguien, pero ellos no me pueden refugiar así… tienen que ponerme en contacto con España. Luego me llevaron a un centro de detención, de internamiento, donde ponen a la gente que van a devolver a su país o a otro sitio.
En ese momento me sentía fatal, estaba muy asustada y deprimida.
Ejemplo de buenas prácticas y coordinación entre las ONG
Estando en estos sitios hay gente… trabajadores sociales, que te informan de proyectos, de organizaciones que ayudan a la gente, como Cruz Roja y como la Orden de Malta. Entonces cuando estaba en este centro vinieron a hablar conmigo, les conté lo que he pasado, lo que quería…, y me explicaron que ellos están seguros de que no me van a devolver a mi país, porque yo tenía miedo de volver a mi país. Entonces ellos también intentan tener informaciones de cada quién, del proceso y tal… Si hay esperanza ellos te ayudan. Me dijeron que no me preocupara que me van a devolver a España, que ellos van a buscar informaciones, que ellos me ayudan. Me dijeron que hay un proyecto llamado Proyecto Esperanza que acogen mujeres víctima de violencia y las ayudan, y me preguntaban si estaba interesada y yo les dije que sí. Ahí mandaron mis informaciones a vosotros.
Estuve en total 17 días, yo creo que en prisión era una semana y el tiempo restante en el Centro de Internamiento.
Las personas de la Orden de Malta me trataron bien, fueron amables. Me explicaban que era el Proyecto Esperanza, pero en ese momento me daba igual, me explicaban y tal, pero yo… cualquier cosa. Entonces, cuando llegué a España llegó una señora de Cruz Roja que habló conmigo y me explicó todo, y me dijo que de Proyecto Esperanza me iban a venir a recoger. Yo he llegado y era más de lo que imaginaba.
Mujer de Nigeria
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